La caída de los primeros copos de nieve sobre la provincia de León ha permitido por fin inaugurar la temporada de esquí en la estación de San Isidro que abrió ayer sus puertas a los esquiadores habilitando un kilómetro de pista de los 23 con los que cuenta el complejo invernal.

En el sector de Cebolledo, el tramo de la Travesía, de dificultad media, ha sido el único por el que los amantes del deporte blanco se podían deslizar ayer, ya que la cantidad de nieve acumulada, con espesores que oscilan entre los diez y cuarenta centímetros, sólo posibilitó abrir este trazado que se encuentra en la parte alta de las instalaciones, a una altura de 1.715 metros. Por el momento sólo uno de los doce remontes con los que cuenta la estación estaba ayer operativo, aunque las previsiones apuntan que en el transcurso de esta semana se irán habilitando los restantes, siempre que las condiciones climatológicas lo permitan.

Las máquinas «pisa pistas» de la Diputación trabajaban anoche para adecuar los tramos que continúan cerrados con el propósito de que en los próximos días se puedan ir abriendo de manera progresiva. Además, los 53 cañones de nieve artificial han estado funcionando durante la última jornada dando cobertura a los casi dos kilómetros del sector de Cebolledo.

A pesar de esta buena noticia, la falta de nieve, durante los cinco días que ha durado el puente de la Constitución, ha generado cuantiosas pérdidas a las instalaciones del Alto Porma. Hay que remontarse hasta el año 2000, cuando San Isidro abrió el 29 de diciembre, para ver un inicio de campaña peor que el actual. De acuerdo a las estadísticas del pasado ejercicio, en el que el complejo inició su actividad el 26 de noviembre, se calcula que San Isidro ha perdido cerca de 60.000 usuarios, entre esquiadores y visitantes.

El color blanco también ha llegado a la Estación de Leitariegos, en el valle de Laciana, que pudo abrir ayer cuatro pistas de las diez que tiene. Aquí, los espesores de nieve acumulados fluctuan entre los veinte y cuarenta centímetros que han habilitado dos kilómetros y medio, de los siete que tiene la instalación deportiva.

La tregua que ha dado el temporal de viento permitió que los dirigentes de este complejo tomarán la decisión de abrir una pequeña parte de las instalaciones.

En Pajares, otro de los destinos que eligen los leoneses para practicar el esquí, la nieve caída sólo ha servido para abrir dos kilómetros del complejo, ya que la densidad amontonada no superaba los treinta centímetros. Por el momento sólo funcionan dos remontes que dan cobertura a cuatro pistas de la estación asturiana.

El pasado 25 de noviembre se inició la temporada de esquí en la provincia leonesa, aunque la escasez de nieve imposibilitó hasta ayer que se pudiera iniciar la temporada.

Actualmente, las estaciones funcionan bajo mínimos a la espera de que las heladas asienten la primera capa de nieve que permita a los esquiadores practicar su deporte favorito.

Fuente: Diario de León