Con el fin de la temporada de esquí, las máquinas y las obras vuelven a San Isidro para seguir con las labores de urbanización de aquellas áreas sobre las que la estación concentrará su expansión, complementada con un plan de infraestructuras de ocio. En un horizonte de cinco años, el enclave invernal contará cerca de 400 nuevas viviendas, siete hoteles, además de un campo golf, polideportivo, centro comercial y una piscina climatizada.

Las obras de urbanización se prolongarán a lo largo de un año y medio y tendrán un presupuesto cercano a los dos millones de euros. Estos trabajos serán realizados de forma simultánea por la empresa encargada del proyecto urbanístico, Ski Golf Resort -sociedad participada por empresarios asturianos, una firma berciana y capital del campeón olímpico Paco Fernández Ochoa-, y la Diputación, aunque cada una en una zona y con su propio presupuesto.

Hasta que se inice la siguiente temporada, a finales de noviembre, el proyecto avanzará con la construcción de los 215 apartamentos en dos fases: 155 y 60, respectivamente. Además, comenzarán las obras en la zona de los chalés adosados, donde está previsto levantar 93 inmuebles de estas características y en las 27 parcelas individuales, que cuentan con una superficie entre los 830 y los 1.400 metros cuadrados y están destinadas para chalés unifamiliares con jardín.

El resto de las actuaciones previstas -bungalós y hoteles- aguardarán al año que viene para ir tomando forma. De momento, los promotores aseguran que construirán siete hoteles, con un total de 230 plazas y uno de ellos justo a pie de campo de golf, aunque podría optarse por concentrar las plazas en menos edificios, de acuerdo a una decisión empresarial final, según relata Manuel Menéndez, consejero delegado de Ski Golf Resort, quien confirma también la existencia de negociaciones con diversas cadenas hoteleras para la gestión.

La inversión de la empresa rozará los 60 millones de euros, que incluyen el coste de los terrenos comprados a la Diputación (tres millones de euros), las tareas de urbanización y la construcción de todas las viviendas previstas. Otro de los puntos centrales de esta inversión se centra en el empleo. Durante el desarrollo urbanístico se generarán alrededor de 400 puestos de trabajo que finalmente podrán ser 200 de forma estable, más los indirectos generados por el sector servicios y de ocio.

«Creemos que un aspecto básico del proyecto de expansión será el desarrollo de los servicios indirectos, porque generarán decenas de empleos; nuestro plan atraerá otras iniciativas, nosotros ponemos los medios para relanzar la zona, seremos el motor», indica Menéndez.

Fuente: Diario de León
Asun G. Puente