Inicio este hilo para continuar la interesante discusión planteada en
este otro
que amenazaba con desvirtuar el tema original sobre si tenemos o no tenemos nieve.
Respondo a Susarón:
Pues sí, confío en los científicos y en su honradez. Pero no creo que todos seamos Blancanieves. Trataré de explicarme.
Los científicos son personas y, como tales, están sujetos a todas las miserias morales del resto de la población. En la historia de la ciencia se han dado casos sonados de engaños científicos. El último caso célebre fue el del coreano Hwang Woo-Suk y sus investigaciones en clonación de células madre que resultaron ser falsas, aunque logró engañar nada menos que a la revista Science que es muy prestigiosa. Pues bien, el engaño le duró dos telediarios por la propia naturaleza del método científico que exige que investigadores independientes lleguen a las mismas conclusiones. Es cierto que el prestigio de Science quedó tocado, pero la objetividad de la ciencia salió reforzada al descubrirse el fraude.
Cierto que otras veces el engaño dura más tiempo. Un paleontólogo inglés logró engañar a la comunidad científica respecto a un presunto fósil humano de (según él) 500.000 años de antigüedad, desde 1912 (fecha del hallazgo del fósil) hasta 1953 (cuando se descubrió el pastel). Se cree que tuvo la complicidad de algún alto cargo del museo Británico.
Aún así son muy raros los casos de engaño deliberado y, siempre, resultan descubiertos. Y, más importante todavía, son elementos aislados los que tratan de engañar. El engaño deliberado es absurdo pues está condenado al fracaso.
Distinto es el caso de los errores o las teorías incorrectas o incompletas. Pero esa es la historia de la ciencia. Una teoría se tiene como correcta mientras no aparezca otra que explique satisfactoriamente todo lo que la anterior ya explicaba más otros asuntos que la anterior no era capaz de explicar.
En ese sentido yo admito que la teoría del cambio climático debido a causas antropogénicas quede en el futuro sustituida por otra más acertada que explique los mismos hechos, a saber: la correlación entre los datos referidos a la concentración de CO
2 en la atmósfera producto de emisiones humanas y las variaciones de la temperatura. Incluyo entre esas posibles explicaciones futuras el que se demuestre que estas variaciones de temperatura no son significativas. Pero de momento, no me cabe la menor duda de que la hipótesis compartida por la comunidad científica mundial es la comunmente llamada del “Cambio climático” y que en la postura de los científicos no hay nada raro. Si de paso algunos aprovechados quieren sacar tajada del asunto, esto no invalida lo fundamental. Pero, en mi opinión, bien merece la pena, de momento, prestar atención a lo que dicen. Si reducimos las emisiones no creo que nos perjudique, sino al contrario.
Hablemos de la OMS. Es un organismo de las Naciones Unidas, por tanto gubernamental. La OMS se limitó a subir gradualmente la alerta respecto a la gripe A del nivel 3 (que existía desde 2006) hasta nivel 6 (declarado en junio de 2009). El nivel 6 indica que se trata de una enfermedad, no necesariamente grave, que se propaga geográficamente, lo cual no dejaba de ser un hecho objetivo. Las empresas farmacéuticas y los políticos incompetentes (por ignorantes o por corruptos) hicieron el resto. Aún así, la OMS se replantea la oportunidad de las alertas a la vista de las consecuencias que tienen sus avisos.