y la bajada en bañador debería proponerse como actividad de fin de temporada como hacen en otras estaciones.
Yo esquié en bañador una vez, en el mes de mayo, en Sani, y no me quedaron ganas de repetir la experiencia, je, je. Las partículas de hielo que me daban en las piernas parecían virutas de hierro que me quemaban. Como cachondeo está bien hacerlo, pero sólo para un ratito.