07/04/2024 A LAS 08:55 H

Extrema las precauciones frente a los aludes

Después de un invierno más bien escaso en precipitaciones de nieve, por fin tenemos en nuestras montañas el tan ansiado elemento. Ha pasado el temporal y a buen seguro los espesores acumulados nos van a hacer disfrutar de nuestro deporte favorito durante los próximos días. Pero cuidado, pues lo que a priori se presenta como todo un espectáculo de nieve polvo, puede terminar resultando catastrófico si no se extreman las precauciones en las salidas fuera de pistas con la máxima atención en la prevención de aludes.

La nieve acumulada por los sucesivos frentes que han llegado durante la semana es aún muy inestable, pues se ha ido depositando sobre una capa ya asentada sin que haya habido transformación posterior. Además, ha nevado con mucho viento, predominantemente del W / NW en los últimos días, lo que hace especialmente peligrosas las laderas orientadas hacia el E (sotavento) y al S (por la influencia del sol en los próximos días).

Si a ello le unimos el ascenso de temperaturas que se espera a partir del viernes día 23, tenemos todos los elementos para que el riesgo de aludes se sitúe en niveles altos (4 o incluso 5 sobre 5).

Prevención del riesgo de avalanchas

Como en cualquiera de los peligros de la montaña, es mejor prevenir que curar. La primera precaución es informarnos del riesgo de aludes mediante centros meteorológicos de la zona. El peligro de aludes se clasifica en Europa del 1 al 5. 

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En nuestras montañas tenemos el ENACC, siglas del Espacio de la Nieve y los Aludes en la Cordillera Cantábrica y desde su página de Facebook emiten los boletines semanales de aludes, especializados en los Picos de Europa. Cuando los temporales de nieve son importantes como el que acabamos de pasar, los boletines para los Picos de Europa se pueden extrapolar también para el resto de la Cordillera Cantábrica, y por tanto para San Isidro y sus alrededores.

Una vez en la montaña, por lo general hay que evitar los fondos de los valles estrechos y las pendientes abiertas sin obstáculos. Hay que buscar las zonas más protegidas, con obstáculos naturales que anclen la nieve, como árboles o rocas y utilizarlas en nuestro avance por las áreas de riesgo como islas de seguridad. En caso de tener que cruzar una pendiente peligrosa, lo haremos lo más cerca posible de la parte superior, de uno en uno y bien separados mientras el resto vigila.

Como precaución en pasos complicados, nos soltaremos las correas de esquíes y bastones, cerraremos las cremalleras de la ropa, guantes y gorro (o casco) puestos e incluso desabrocharemos la riñonera de la mochila por si hubiera que liberarla. 

En zona de peligro no hay que encordarse, pues es fácil que un alud nos arrastre a todos. Si hemos de ascender o descender es mejor hacerlo en línea recta siempre que sea posible, sin diagonales, para evitar cortar las posibles placas.

Uno de los síntomas de inestabilidad que podemos evaluar a simple vista son las bolas y pelotas de nieve que se desprenden y dejan huellas en la pendiente. También pueden ser visibles fracturas en la superficie, lo que indica que la placa ha cedido, aunque no se haya desprendido definitivamente. Nuestro peso puede ser suficiente para poner en marcha toda la ladera. Podemos atravesar aprovechando la línea de fractura o por encima, pero nunca por el centro de la placa, pues de esa forma nos mantendríamos encima de la mayor parte de la masa inestable y estaríamos expuestos a un grave peligro.

Medición del riesgo de avalanchas

Las estadísticas muestran que el 90% de todos los accidentes con consecuencias fatales los desencadenan las propias víctimas o alguien que iba en el mismo grupo. Por lo tanto debemos de asumir la responsabilidad de nuestros actos y reconocer que los accidentes por avalancha guardan relación directa con nuestras decisiones

Para la medición del riesgo de avalanchas debemos tener en cuenta estas herramientas:

  • Boletín de avalanchas
  • Contrastar información
  • Observación en el terreno
  • Sondeo, pozos de nieve y perfiles estratigráficos

El boletín de avalanchas aporta información relativa al peligro actual de avalancha y a las condiciones que se esperan. Es una fuente de información muy importante, sobre todo para planear una travesía o un día de esquí fuera de pista en una estación, pero ten en cuenta que se trata de una predicción de las condiciones que se esperan y no una afirmación categórica al 100%, pues siempre existirá el riesgo de que esté equivocado a escala local (sobre todo si el área que cubre el boletín es muy amplia, como ocurriría en el caso que comentábamos del ENACC si extrapolamos sus boletines de Picos de Europa a toda la Cordillera, e incluso únicamente en los propios Picos de Europa).

A la hora de contrastar la información debemos de fijarnos en cuatro factores: la cantidad de nieve fresca que se ha acumulado (preguntando a expertos locales, guías de montaña o mediante los partes de internet), el manto nivoso (en lo que a la historia del manto se refiere en esa temporada), el viento (sobre todo la dirección predominante durante las últimas nevadas para conocer las laderas más cargadas a sotavento), la temperatura (comprobando si ha habido cambios recientes) y el terreno (eligiendo el terreno adecuado según las condiciones y el grupo, teniendo siempre alternativas a mano).

Precisamente, en lo relativo a la observación del terreno, debemos de tener siempre los sentidos despiertos, ser curioso y saber constantemente mirar alrededor de uno e identificar los cambios eventuales que podrían tener consecuencias sobre la elección del itinerario. Es de vital importancia saber observar, pensar y sacar conclusiones. En caso de duda, un agujero efectuado con la ayuda de la roseta del bastón puede permitir hacerse una idea de la estructura del manto de nieve, ya sea que se saque una buena muestra alta y cilíndrica, ya sea que se pueda meter la mano en el agujero y darse cuenta al tacto de la naturaleza de las diferentes capas. 

Por último, los sondeos, pozos de nieve y perfiles estratigráficos son técnicas de investigación que ofrecen numerosos datos y permiten tomar nota de los estratos más frágiles así como las capas duras sobre las que pueden deslizarse los anteriores. Son técnicas que llevan aparejado el uso de equipos electrónicos y pesados, por lo que en nuestro caso lo que más información puede darnos sería la opción de pozos en la nieve para hacer calas y observar así las diferentes capas del manto níveo (...continúa después de la foto).

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Qué hacer en caso de alud

A modo de resumen, podemos enumerar las siguientes actuaciones si nos vemos envueltos en un alud.

  1. Hay que alertar a nuestros compañeros para que todos pongan atención en la evolución de la avalancha y en la situación de los que son atrapados.
  2. Tratar de mantenernos en la superficie a la vez que tratamos de escapar por un lado.
  3. Luchar con todas las energías, haciendo movimientos natatorios, y si es posible agarrarse a lo que sea.
  4. Si fuera posible, intentar quitarse esquíes, mochila y bastones. Para esto, hay que llevar la riñonera desabrochada, las fijaciones sin correas y la mano sin pasar por la cinta de la empuñadura.
  5. Si el alud se empieza a detener y ya estamos sepultados, hay que llevar los brazos delante de la cara y el pecho, haciéndose un hueco de aire para respirar y así aumentar las posibilidades de supervivencia. 
  6. Igualmente, si se puede, hay que adoptar una posición encogida, para evitar la pérdida de calor por la mayor exposición de superficie corporal a la nieve y que la compresión nos impida respirar.
  7. Comprobada nuestra impotencia por salir, hay que tratar de mantener la calma y ahorrar energías relajándose. Sólo se gritará si se oye a los compañeros cerca, pues la nieve amortigua mucho el sonido.

Búsqueda de personas sepultadas en avalanchas

La mayor posibilidad de supervivencia de un sepultado radica en la rápida actuación de los compañeros. Después de la primera media hora, las posibilidades de encontrar al accidentado con vida disminuyen enormemente.

Si somos observadores de como alguien es atrapado, hay que mirar con atención y recordar con exactitud el último punto donde se vio a la víctima para facilitar la búsqueda. Las medidas a adoptar han de ser ordenadas y dirigidas por el más experto. En el transcurso de la búsqueda se ha de permanecer en silencio, llamando a la víctima periódicamente y tratando de escuchar cerca de la nieve.

El kit básico para la búsqueda de personas es el denominado APS, es decir, ARVA, PALA y SONDA. Si cada miembro del grupo está equipado con los tres elementos, estaremos garantizando nuestra propia seguridad y la de los demás.

El ARVA es un dispositivo electrónico que nos permite localizar o ser localizados de forma fiable de producirse una avalancha. Es muy importante llevarlo siempre en modo de emisión durante la salida, así como ubicarlo cerca de nuestro cuerpo. De producirse una avalancha, las personas que realicen la búsqueda cambiarán a modo de recepción para localizar a la persona o personas sepultadas. La sonda servirá para determinar o sondear la profundidad y localizar de forma exacta a la persona, mientras que la pala se utilizará para acceder a la persona sepultada con rapidez.

Hay que recordar que de nada servirá ir equipados con el kit APS si no conocemos la técnica de búsqueda de personas sepultadas. Por ello es recomendable informarse sobre el modo de rescate en avalanchas, ir siempre acompañado de alguien experto en el tema o bien realizar algún curso impartido por expertos (...continúa después de la foto).

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Es momento de disfrutar de la cantidad de nieve acumulada, pero siempre extremando las precauciones para que la jornada transcurra con normalidad. Recuerda que nunca deberemos salir fuera de pista o practicar esquí de montaña solos, siendo preciso siempre un grupo mínimo de 4 personas. Y sobre todo, recordar el teléfono de emergencias 112 en caso de tener que avisar para un rescate y nunca perder el mayor de los sentidos; el sentido común.

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Web de la Estación Invernal y de Montaña San Isidro
Alto Porma - Alto Curueño (León).
Teléfono de emergencias: 112
Seguridad en montaña: Canal 7-7 PMR

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