Esta vez sí podemos sentirnos orgullosos del trabajo
que los responsables de la estación están realizando en las
tareas de mantenimiento de pistas y cuidado de la nieve. Desde la primera
gran nevada en el mes de noviembre apenas ha vuelto a caer demasiado.
Además, la ola de frío de mediados de diciembre nos abandonó
a final de año y la lluvia ha hecho que los buenos espesores existentes
en las pistas hayan disminuido notablemente y se haya tenido que cerrar la
zona de riopinos.
Pero esta temporada se han puesto las pilas y gracias a los cañones
de producción de nieve y a la labor de las pisapistas que parecen sacar
nieve de donde no la hay se están consiguiendo muy buenos resultados.
A esto hay que añadirle la estupenda labor de señalización
y seguridad en pistas que se lleva a cabo. Se han adquirido nuevas mallas
de protección y de peligro que, repartidas por toda la estación,
aumentan la confianza de los debutantes y hacen mucho más fácil
y amena la práctica del esquí o el snowboard.
Enhorabuena por esta mejora y nuestros deseos de que esto siga como hasta
ahora, ganaremos todos.