La ola de frío polar y las intensas nevadas que ha soportado la
montaña durante las últimas jornadas han conseguido que
las estaciones de esquí salven la campaña de Navidad, ya
que los escasos espesores y las lluvias de mediados de diciembre amenazaban
la apertura durante estas fechas.
Así, San Isidro pudo ayer por la mañana ya reabrir las instalaciones
después de tres días cerrada por el temporal y el colapso
de nieve. Puso en marcha dos remontes en el área de Salencias y
La Raya, con un área esquiable cercana a los dos kilómetros.
Los trabajos de acondicionamiento de pistas permitirán hoy disponer
de prácticamente 14 kilómetros en las zonas de Salencias
y Cebolledo -el enclave cuenta con cerca de 24-, con espesores que oscilan
entre los 40 y los 130 centímetros de nieve húmeda. Entrarán
en funcionamiento cinco de los doce remontes de la estación. En
los próximos días podrán abrirse también las
áreas de Requejines y Riopinos, lo que supondrá tener operativas
todas las pistas de San Isidro.
Por lo que se refiere a los accesos, deben realizarse con precaución
por ambas vertientes -la leonesa y la asturiana- incluso, se recomienda
el uso de cadenas. La entrada por Vegarada permanece cerrada.
Leitariegos, por su parte, reabre con 2,6 kilómetros esquiables,
algo menos de la mitad de la estación: dos pistas verdes, una azul
y una roja y dos telesquís y un telesilla en funcionamiento. Cuenta
con espesores entre los 20 y los 70 centímetros de nieve húmeda.
El Morredero, en el Bierzo, permanece cerrado pese a las últimas
nevadas.
Además, Valgrande-Pajares dispone también de un importante
manto blanco -entre 60 y 150 centímetros de nieve polvo- y hoy
tiene previsto abrir diez pistas a través de ocho kilómetros
esquiables. Durante la jornada de ayer, el cielo en el enclave asturiano
permaneció cubierto con bancos de niebla en algunas zonas. En total,
pudo esquiarse en seis kilómetros habilitados. Las previsiones
del tiempo aseguran que hoy habrá una ligera mejoría de
las condiciones.
Fuente: Diario
de León