La nieve deja a San Isidro lista para recibir esquiadores el próximo fin de semana

La gran protagonista y también la más esperada por fin hizo acto de presencia. La nieve que ha caído con intensidad a lo largo de las últimas horas en toda la cornisa norte de la provincia ha dejado en la estación de esquí de San Isidro un espesor lo suficientemente bueno —en torno al medio metro e incluso por encima— como para fijar ya la fecha de apertura en el próximo fin de semana.

Ese es el horizonte que manejan los responsables de la instalación, con la vista puesta en que a mitad de esta semana haya remitido lo más crudo del temporal Dora y se quede solamente la nieve.

Los próximos días serán intensos en San Isidro con el último acelerón para culminar los trabajos de acondicionamiento necesarios que permitan abrir en las mejores condiciones a partir en los próximos días. Viernes o sábado son las fechas que se barajan ahora.

Las máquinas ya han comenzado a trabajar para compactar la nieve y los cañones funcionarán a su máxima capacidad para fabricar nieve de forma continuada y crear así un manto lo suficientemente grueso como para sostener la actividad en los próximos meses.

Colocar las señales y balizas y poner en marcha los remontes para comprobar que la maquinaria destinada a desplazar a los esquiadores funciona correctamente serán otras de las labores que marcarán al día a día en la estación de San Isidro a partir de la semana que hoy se inicia, un complejo que en plena temporada da empleo a alrededor de medio centenar de personas.

Sin embargo habrá una diferencia sustancial respecto a otras campañas: el obligado protocolo anticovid para hacer de la estación un espacio lo más seguro posible.

El pasado mes de octubre, la Asociación Turística de Estaciones de Esquí de Montaña (Atudem) elaboró junto con sus asociados un protocolo específico para afrontar la campaña con las mejores garantías de seguridad, tanto para los esquiadores como para las empresas y trabajadores que viven de la nieve. Así la mascarilla será obligatoria en todas las zonas de la estación comunes donde haya contacto con otros usuarios. Los geles hidroalcohólicos se han repartido asimismo con profusión y se hace especial hincapié, con mensajes y cartelería, en la necesidad de respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros.

Los remontes podrán funcionar a su máxima capacidad de transporte y será de uso obligatorio la mascarilla, para los esquiadores y snowboarders. En cuanto a limpieza y desinfección, se adoptarán las medidas y rutinas legalmente establecidas para cada ámbito, en todas las áreas necesarias y especialmente en los espacios con alto contacto entre usuarios, como aseos, restaurantes, comedores, taquillas y tiendas de alquiler.

La pandemia, y en concreto sus restricciones, también traerán otro cambio importante: debido al confinamiento perimetral, San Isidro no podrá contar con esquiadores de la vecina comunidad de Asturias (muy numerosos siempre) o de Galicia. Toda su clientela tendrá que ser leonesa o de las provincias de Salamanca, Segovia o Ávila (todas en el mismo nivel sanitario que León). Así, San Isidro se prepara para iniciar una campaña complicada pero donde sigue abierto el reto de superar los 132.880 usuarios y los 2.577.136 euros generados la temporada pasada; las mejores cifras que la estación leonesa ha alcanzado en la última década.

Fuente: Diario de León

Sin conexión a Internet