El director general de Deportes, Daniel Gutiérrez Granda, pidió
ayer prudencia a los aficionados al esquí que acudan
este año a la zona de Fuentes de Invierno (Aller) ya que "las
obras de la estación aún no han concluido y no se puede
garantizar el control y la seguridad de los que vayan allí hasta
que esté abierta". La demanda se produce con motivo de la
afluencia de esquiadores que recibieron las inacabadas pistas de la infraestructura
el año pasado y que, desde el Principado, se calcula que vuelva
a suceder esta temporada. Un situación que Granda calificó
de "gran riesgo" y que le ha obligado a realizar esta petición
de prudencia.
El director de Deportes recordó que "pese a los retrasos derivados
de la quiebra de la empresa que construía el edificio de servicios
y los posibles inconvenientes metereológicos, esperamos que la
estación se abra entre enero y febrero", por lo que pidió
a los aficionados "un poco de paciencia".
La céntrica situación de la nueva estación de esquí,
su cercanía a la de San Isidro hacen que el lugar sea uno de los
más concurridos de la cordillera. No obstante, la infraestructura
aún no está acabada, hecho que no impidió que el
año pasado muchos esquiadores aprovechasen que las máquinas
habían tenido que parar por la nieve para utilizar las pistas.
El Principado teme que este año vuelva a suceder lo mismo: "No
podemos ponerle puertas al monte ni colocar guardias civiles allí
para que controlen a la gente, esquiar en la zona sin que la estación
esté terminada es un riesgo".
Respecto al estado de las obras de la estación, el director de
Deportes destacó que los trabajos van a buen ritmo y que el retraso
acumulado tras la quiebra de la empresa que construía el edificio
de servicios "será subsanado por la nueva adjudicataria, OCA,
que meterá más gente y más máquinas para agilizar
los trabajos y cumplir los plazos previstos inicialmente si la climatología
nos deja".
Fuente: La
Voz de Asturias