Que os voy a decir, hace tiempo que no escribo en este foro, pero ya habréis visto que siempre en las fotos de mis esquiadas, o casi siempre, me acompañan mis perros. Es más, en mi nik, está León bajando del Tres Provincias conmigo. Cuando veías a lo lejos un grupo de gente, con uno, dos o tres perros negros, por ahí ando yo, o mi hermano. Yo ahora tengo a Léon y Nieve, mi hermano a Luna. Ahora hace un año murió Meiga, la perra más especial que haya habido, madre de Léon y Luna. Pero antes tuve a Jara, a Esla, a otra Meiga, a otro León... así desde que tengo 15 ó 16 años. Siempre dejo descendencia de ellos, por lo que su pérdida, muy dolorosa, siempre encuentra consuelo en su descendencia y en la continuidad de la "saga".
Mis amigos son setter gordon, una raza que no se ve mucho, pero que os recomiendo. Son perros de caza, extremadamente cariñosos y obedientes, además de incansables. A mi, me recuerdan un poco a los retriever, ejemplo siempre de perro americano obiediente y cariñoso, yo creo que estos míos son aún más obedientes, y, sin ninguna duda, mucho más atléticos y ágiles. León y Luna, con ya 8 años, quedan pocos picos a los que no hayan subido, Nieve, con tres, ya tiene su experiencia. Es increíble como son capaces de subir y bajar con total seguridad, incluso cuando los de dos patas tenemos que poner crampones o cuchillas. Bien es verdad, que a veces, si están ellos, evitas ciertas palas o ciertas orientaciones. Tan sólo, una vez con Esla, pasamos verdadero miedo a que se nos despeñara, fue en Mampodre, con nieve helada, y con el patio que tienen aquellas bajadas hacia la laguna. De hecho, no los hemos vuelto a llevar a Mampodre.
Una fotos, para no aburrir:
Meiga, una de las últimas veces que me acompañó, subiendo al Nogales, en Vegarada.
img150.imageshack.us/my.php?image=pc0300952ek4.jpg
Aquí está Nieve, en el Gabanceda, en abril del 2007. Sus bastones son los blancos...
En esta, Luna y Nieve, que es hija suya, en abril del mismo año, llegando al Coriscao.
Aquí, León con su atuendo de esquiar, después de haber bajado el Remelende.
Aquí, Nieve, aguantando como puede el temporal que nos sorprendió cerca del Tres Provincias, y sin goretex ni na.
Y aquí, más reciente, de enero del 2009, León en Coriscao, al fondo Picos. Día de nieve dura, de chuchillas y cuidado, pero con unas vistas espectaculares. Si os fijáis, a la derecha se distingue la línea del mar Cantábrico.
Por cierto, que falta algo más de un mes para que Luna tenga cachorritos. Os prometo unas fotos de la camada.
Me viene a la cabeza un dicho, que viene muy a cuento: “cuanto más conozco a los humanos, más quiero a los perros”.