El snowkiting (o kiteskiing) surge de una idea muy sencilla: si dejarse arrastrar por una cometa en el agua es divertido (kitesurfing), ¿por qué no probarlo sobre la nieve? Esta nueva disciplina está ganando adeptos a una velocidad endiablada, y uno de los destinos más populares, tanto para kiters experimentados como para aquellos que quieren probar algo nuevo, es la región del Tirol. Durante los últimos años, varias regiones han especializado su oferta para adaptarse a la práctica de un deporte que combina potencia y precisión a partes iguales.

Hay pocas sensaciones que se puedan comparar a la de dominar las fuerzas de la naturaleza para dejarse arrastrar por el viento sobre la nieve o el hielo, y esta es una de las razones por las que el snowkiting se ha convertido en uno de los deportes de nieve modernos más populares. Ataviados con una gran cometa, a la que se sujetan mediante un arnés, los kiters se deslizan sobre esquíes o sobre una tabla de snow. Algunos optan por embarcarse en largas travesías, otros prefieren la adrenalina del “free style” y realizan vuelos imposibles impulsados por la fuerza del viento.

El Tirol se ha convertido en una de las regiones favoritas. En su oferta nos encontraremos espacios perfectos para iniciarse en la disciplina, pero también otros que harán las delicias de los más expertos. Para los primeros nos encontramos con la cómoda superficie que ofrece el lago Achensee; para los segundos, la nieve en polvo de Nößlachjoch y la posibilidad de remontar arrastrados por la cometa en los días de más viento resultan irresistibles (continúa después de la imagen...)

Ambas ofrecen varias escuelas de snowkiting, con cursos y sesiones de práctica adaptados a todos los niveles. Es fundamental que nos iniciemos en esta disciplina con un instructor experimentado, ya que, de otra forma, podríamos estar obviando requisitos básicos para nuestra seguridad. Conviene mantener siempre la precaución y no dejarse llevar por la euforia de la novedad. Si vamos en grupo, no es extraño que se desate la competitividad al experimentar con una disciplina nueva; así que, llegado el momento, no está de más recordar el consejo que Sky Masterson recibía de su padre en la historia The Idyll of Miss Sarah Brown, y rechazar gentilmente el desafío.

El lago Achensee presenta a los visitantes con 13.000 metros cuadrados de hielo suave. Conocido por los oriundos de la zona como el “Mar del Tirol”, es la superficie preferida por los kiters para el invierno. Su escuela, la Snowkite Achensee, situada en Achenkirch, es la más antigua del Tirol y ofrece cursos desde finales de diciembre hasta mediados de marzo. La propia escuela alquila el equipamiento necesario y los 13.000 metros cuadrados se pulen con máquinas para que el firme tenga las condiciones óptimas tanto para esquiadores como snowboarders. La situación del lago, entre cordilleras, suele garantizar buenas condiciones de viento.

La villa de Nößlach, a pocos kilómetros de distancia de Grieß am Brenner se ha convertido en uno de los lugares favoritos para los amantes del snowkiting. La escuela Born 2 Kite cuenta con dos zonas diferentes para la práctica de este deporte: para los principiantes, nada mejor que quedarse en el valle, a 1.400 metros sobre el nivel del mar, que cuenta también con un funpark con obstáculos; para los más avanzados, las laderas del Nößlachjoch, a 2.150 metros de altitud, ofrecen vientos más estables y potentes, junto a una calidad de nieve excelente, pero, a cambio, exigen un mayor nivel de destreza por parte de aquellos que decidan deslizarse por la montaña.

Tanto si ya te has iniciado en el snowkiting como si eres un amante de la nieve con ganas de nuevas emociones, el Tirol austríaco tiene mucho que ofrecerte. Y si todavía no tienes claro si esta aventura es para ti, puedes hacerte una idea de las sensaciones que te esperan con las imágenes de la carrera Red Bull Ragnarök, que se celebra en la planicie noruega de Hardangervidda.